Porque eso fue lo que hicimos. Saborear los gustos: amargo, ácido, dulce, salado... y saborear, disfrutar el laboratorio. Espero ir este año con más frecuencia que los años anteriores. Y al aula de Plástica, de Música... cada cosa en su sitio. A los niños les viene bien acostumbrarse a ir de un aula a otra con agilidad, a aprovechar las distintas posibilidades que ofrece cada aula y, como no, pienso que también es más motivador para ellos.
En esta ocasión el laboratorio se llenó de caras raras. Claro que el ácido del limón y el amargor de la esencia de almendra amarga ayudaron a ello. Pero también se llenó de risas y, bueno, de cachondeo. También es necesario. La próxima visita será pronto. Tema 4. Ese tema será difícil (tranquilos, no os preocupéis.. que ya me preocupo yo por vosotros). Vertebrados e Invertebrados. A ver lo que conseguirmos hacer allí para facilitarles a los niños la clasificación de tantos y tan diferentes tipos de bichos. Una práctica viene en nuestros libros - no me la he inventado yo, me la dan preparada -. Pero creo que despertará alguna cara rara... Será divertido.
Bueno, ya no me enrollo más y os dejo con las fotos.
